Reestructurar / Estabilizar o Concursar (¿con liquidación?)
Compañeros, dejaros de historias ¿Esta empresa vale más viva o muerta? Si votáis viva, salvémosla. Si votáis muerta, descanse en paz. Así, textualmente, intervino uno de los responsables con poder de decisión en un pool bancario en el que mi cliente, conmigo de asesor a su lado, se jugaba, literalmente, la pervivencia de su empresa. Esas palabras, pronunciadas en un momento de máxima tensión, supusieron un punto de inflexión porqué abordaban directamente la cuestión candente: Reestructuramos y salvamos o bien nos precipitamos al concurso de acreedores (recuerden: un 98% terminan en liquidación con el cierre de la empresa).
Les voy a contar el proceso de contacto de mis servicios que han seguido muchos de mis clientes a lo largo del ejercicio de mi especialidad como reestructurador empresarial. En primer lugar, me hablan de estabilización, claro eufemismo de la necesidad de aplicar un plan de viabilidad estructural que seguramente precisará la empresa en cuestión. Normalmente detecto que la empresa está peor de lo que me han expuesto en un inicio. Es normal. Estabilizaré, claro, pero primer habrá que reestructurar.
Las empresas suelen estar en pérdidas, no generan Cash-Flow y no pueden atender sus compromisos. La regla número 1 es cortar pérdidas como sea.
Habrá contactado conmigo el empresario o bien su abogado o asesor fiscal, para exponerme una situación empresarial generalmente muy complicada. Requieren de la frialdad de un especialista externo para conducir un proceso de reestructuración. Normalmente la tensión flota en el ambiente; todavía más, cuando se trata de una empresa familiar; lo son la inmensa mayoría. Y en ellas intervienen elementos subjetivos de gran peso para la familia empresaria.
Hay que intervenir rápidamente en situaciones de empresas estresadas. El tiempo tiene un valor incalculable. Normalmente, como ya he comentado, la situación es más complicada de lo que las informaciones iniciales traslucen.
Hay que centrarse en la estabilización financiera de la compañía, como primer paso para su viabilidad. Cómo: controlando, minimizando y eliminando pérdidas. Renegociando condiciones con proveedores, bancos… Momento crítico en que el empresario agradece que un profesional haga una función muy difícil. Si han oído hablar de la “soledad del empresario” es en esos momentos cuando es más intensa.
Tomadas las decisiones estratégicas indispensables y urgentes se definirán y planificarán todos los objetivos de estabilización y crecimiento estableciendo un marco estratégico. Se habrá ejecutado (lo más complicado) un proceso de reestructuración para poder estabilizar. Siempre debe ser así.
Trabajar codo con codo con el empresariado, con su complicidad y con su entera confianza para tomar decisiones en ocasiones muy drásticas, es condición necesaria para abordar un plan estructural. Trabajo in company, palpando una información que indispensablemente sólo se puede obtener estando y formando parte en directo, durante un tiempo determinado, de su equipo.
Contestando la pregunta absolutamente real que a modo de ejemplo les he transcrito al inicio, mi respuesta es casi siempre: Si la empresa quiere permanecer viva, deberemos ejecutar un plan que en algunas fases no será agradable. Por este motivo han contactado conmigo. Yo estaré a su lado. Otro motivo no menos importante es para que les diga la verdad.
Les puedo asegurar que cuando el empresariado toma decisiones importantes en estas guerras (difícil) es cuando empieza a descansar y actuar de forma más objetiva.
Gracias