Recientemente las instalaciones del Club Tennis Lleida han sido el magnífico escenario dónde he podido hablar de experiencias y conocimientos sobre el apasionante mundo de la Empresa Familiar, aparte de hablar sobre mi libro “Empresas Familiares: por qué no suelen llegar a la tercera generación” Más de cien personas me acompañaron invitados por la Asociación de ex alumnos de ESADE. Ya publiqué una noticia sobre este encuentro el pasado mes de febrero.

Más recientemente, el miércoles 20 de marzo, tuve el placer de compartir mesa con miembros del “Club de l’Amistat Terres de Lleida”, su presidente me invitó a un almuerzo-coloquio en el cual pude exponer y hablar distendidamente del entorno de la Empresa Familiar y más específicamente en este caso, me centré en el sector agroalimentario.

Planes de sucesión, protocolos familiares, conflictos entre hermanos, convivencia de distintas generaciones en una misma empresa… y múltiples situaciones en que la decisión del empresario sin duda debe apoyarse en la visión objetiva, neutra y profesional de un Consejero Externo. Yo hago esta función en las empresas. Es indispensable. Me imagino escenarios vividos en los que sin un mediador sus protagonistas podrían haber acabado con un índice de alteración sino agresividad preocupante.

Un placer poder trasmitir mis conocimientos en ambos foros a cuyos organizadores y dinamizadores doy encarecidamente las gracias.

Lleida 25 de marzo de 2019